En este lugar, un pueblo de la provincia de Badajoz, de poco más de 2000 habitantes, ocurrió una aparición en el año 1945. Esto es todo lo que rodea a la aparición de la Virgen de los Dolores de La Codosera, las circunstancias que rodearon a estas apariciones y las consecuencias posteriores que tuvieron lugar.
¿Qué pasó en La Codosera?
En aquellos momentos, España estaba sumida en un cúmulo de circunstancias, muy dolorosas, derivadas de la guerra civil. Había carencia de prácticamente todo, y la Segunda Guerra Mundial no había hecho más que agravar las cosas. Extremadura estaba sufriendo con especial dureza todos los rigores de una posguerra que asoló a todo el país.
La aparición de La Codosera ocurrió a las 3 de la tarde del 27 de mayo de 1945, cuando Marcelina barroso, una niña de 10 años, se encontraba en las inmediaciones del lugar junto a su prima, de 17 y de nombre Agustina González. Era domingo, y les había sido encomendada la tarea de cumplir un encargo por parte de la madre de una de ellas.
En su camino ven algo que no logran identificar encima de un castaño, pero no le dan demasiada importancia. Al regreso del encargo, se fijan en el mismo árbol y todavía perciben ese bulto, por lo que se acercan. Lo que ven les dejas sorprendidas, un rostro de una mujer muy guapa y que lleva un manto negro plagado de estrellas muy brillantes. Era obvio que se trataba de una aparición de la Virgen de los Dolores. Sin embargo, el rastro de la Virgen mostraba una tristeza muy grande, por todos los padecimientos que estaban sufriendo. La más pequeña, que no cree lo ocurrido y le prohíben volver a ese lugar bajo ningún concepto.
Sin embargo, su prima mayor cuenta la historia y comienza a extenderse por todo el pueblo. Pasan los días, y en la mañana del 4 de junio Marcelina vuelve al lugar, y se le aparece la Virgen dándole un mensaje, que regrese con todo el pueblo a la tarde para hacer penitencia.
Esta noticia hace que más de mil personas se presenten en el lugar en ese momento. Cuando Marcelina se encontraba a unos 60 m del castaño de la aparición, la Virgen que se coloca delante del árbol. Le pide que vaya de rodillas hacia ella, sin embargo, la niña se muestra temerosa porque el suelo es muy abrupto y está lleno de piedras y de los erizos que recubren los frutos de los castaños. La Virgen le dice que no debe tener miedo, que no sufrirá ningún tipo de daño. Así ocurre, los más de 60 metros recorridos por Marcelina no dejan ningún tipo de rastro en sus rodillas. Marcelina cae en éxtasis y tiene la visión de la Virgen de los Dolores, que pide que moje sus dedos en agua bendita y se haga la señal de la cruz. También recibe el mensaje de que allí se construya una capilla en su honor.
Unos días más tarde, una joven llamada Afra Brígido Blanco también es testigo de una aparición de la Virgen de los Dolores en el mismo castaño y le revela un secreto que nunca fue revelado, recibiendo además estigmas en unos, pies y costado. Le insiste en la necesidad de construir una ermita en ese lugar. La vida de Afra no tomó derroteros religiosos como la de Marcelina, que termino ingresando en un convento de clausura, sino que se dedicó a las obras de caridad a la vez que trabajaba en un hospital madrileño. Afra falleció en agosto de 2008.
Consecuencias de las apariciones
Estas apariciones marianas sucedidas hace casi 80 años no han tenido reconocimiento oficial por parte de la iglesia, pero sí que se llevó a cabo la construcción del Santuario de Nuestra Señora de los Dolores, también conocido como el de la Virgen de Chandavila. Por otro lado, la Santa Sede dieron un año jubilar en 2020 por el 75 aniversario de las apariciones.
Estas apariciones causaron mucho impacto en su época, debiendo ser tenidos en cuenta las dolorosas circunstancias por las que atravesaba España en aquellos momentos. En la actualidad, Chandavila es un lugar de culto tanto para extremeños como para portugueses, que también fueron testigos de estas apariciones hace más de siete décadas.
La aparición de la Virgen de los Dolores de La Codosera todavía perdura en el recuerdo de los habitantes de la región, y eso, sin lugar, a dudas, uno de los fenómenos marianos más interesantes de nuestra historia reciente. La gran tradición de apariciones de nuestro país tiene su paradigma en La Codosera, Y sigue siendo una muestra de la devoción por la Virgen de cualquier punto de España. Este Santuario recibe miles de visitas de fieles durante todo el año, venerándose la preciosa figura de la Virgen de los Dolores, con su característico manto negro tachonado de estrellas.
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